jueves, junio 15, 2006 |
Ahí vamos |
. . . . Pues eso, que ahí vamos.
Que resulta que, dándome una vuelta por los blogs, ese especial genio/duende que transita por la blogosfera me ha guiñado un ojo, y me han entrado ganas de volver a escribir otra vez, aunque sea un poquito.
Muchas razones habrían de esta vacatio legis pero la primera y principal es esa secular pereza intelectual, que se me apodera, como una bendición, como autodefensa, y bloquea toda reacción neuronal extraordinaria, cuando el signo de los tiempos no es el propicio, cuando los tiempos que corren, efectivamente corren que se las pelan, en una vorágine de incertezas, mentiras y falsedades.
O sea, más o menos, lo que le ocurre a quien lee a Nieztche habitualmente, que descubre lo que es la angustia de pensar.
Pero aquí estamos, perdiendo los pocos lectores que por aquí se acercaban. Pero aquí estamos, aceptando que si este blog no es interesante, tampoco hay que pretender que sea profusamente leído.
Que tampoco lo hemos tenido nunca fácil, y como decía Capote, Bukowsky, Miller o algún crápula de estos, no voy a renunciar a una carrera de perdedor por un triunfo de mierda.
Que algo había que escribir después de tanto tiempo y me ha salido este post.
Y que es un post simplón y merdoso.
Pero es mi post, es mi blog.
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"Tan humano como la contradicción" MIGUEL RIOS . . . . . . |
Así hablaba Kaloni, el navegante a eso de las 8:45 a. m. |
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