El pasado viernes 14/01/2004, tenía una cena de esas, de antiguos. Y lo de siempre, gente que ves todos los días, gente que tenías montones de ganas de ver, y gente, que casi, te daría igual, no haber visto. De entre este último grupo de gente, siempre acaba ( o acaban) por acercarse a ti con una media sonrisa preguntándote qué cómo te va la vida, (con la esperanza de que te vaya muy mal, claro, y que se hayan cumplido los peores sueños de uno). Y es que
l@s ves venir. Así, y con todo, tambien es verdad que se arrima alguien con el que tuviste tus más y tus menos, o no tuviste nada, (aclaremos, o a lo peor fuimos victima de algún intrigante o liante, que de malentendidos está el mundo lleno), sin esa media sonrisa, ni esa mirada escurridiza, y ves!, te alegra que las cosas hayan cambiado o se hayan arreglado y da gusto charlar un rato y retomar lo que nunca fue. Pero refirámonos a los de la media sonrisa, falsa como las monedas de a tres euros.
-Bien, me va bien, francamente, no me esperaba que fuese tan bien- Suelto normalmente, así con mucha entonación, con la intención de irritar al contrario, del que por lo general, me suele importar un cojón de pato, el cómo le haya ido la vida ( eso si, jamás de los nunca jamases, le deseo el mal para nadie). Y para zanjar la conversación, suelo preguntar ( o afirmar):
-¿Y a ti cómo te va?; Te veo igual que siempre- Y el/la interlocutor/a, si en su vida ha sido una mala persona o una lianta, o un intrigante, o un envidioso o un vago que se ha aprovechado de
l@s demás, y ha sembrado vientos, imagino que le tocará los bemoles que alguien les recuerde que parecen igual que siempre. Hay poca gente así en mi vida, pero, créanme, hayla.
Y es que uno es demasiado bueno, ya lo decía ( y lo dice) mi madre y alguna otra persona por ahí, y va el ignorante de mi por la vida, con el corazón en la mano a todas partes, y cree firmemente que los diez mandamientos se pueden resumir en dos principios generales ( ya se sabe, las fuentes del derecho; la Ley, la Costumbre y los principios Generales del Derecho) que son:
1.-Vive y deja vivir
2.-A cada cual lo que es suyo.
Y así, claro está servido el que uno, sin pretenderlo, se busque en la vida rencillas de las que no suele enterarse ( recuerden lo de la sonrisa falsa y todo eso), hasta que, los años, van matando la magia que todos llevamos dentro, y se aprende a distinguir según que actitudes de según que personajes ( osease: ver el plumero).
Y aunque sea bueno ( dicen) no soy un santo, y tengo mucho de lo que arrepentirse, no como los bravos que en el mundo han sido, que proclaman que no se arrepienten de nada y todas esas cosas ( si bien es cierto que un servidor también se alinea, en parte, y en aquello que implique no fastidiar a nadie, con lo que decía Lord Byron, que sólo se arrepentía de los pecados que no había cometido, ). Como estaba diciendo, uno, tiene de lo que arrepentirse, unas veces por acción y otras por omisión. Y aunque trate de justificar algunas de mis actuaciones y achacarlas a la juventud, a la improvisación, etc, otras, no tienen más justificación, y uno trata de remediar como puede estos errores; por el prosaico método de pedir directamente disculpas, a las bravas, y otras indirectamente, tratando de beneficiar en lo que se pueda al o a la perjudicad@, sin que se apercaten. E intentar así, desterrar esas pequeñas punzadas que, en ocasiones, entorpecen el sueño de los justos.
Sé de lo que hablas... todos nos hemos encontrado alguna vez con "personas de media sonrisa". Y, bien mirado, nos ha servido para aprender a centrar nuestra atención en personas que sí valen la pena, y creo que tú eres una de ellas.
Un saludo.